MOTIVACIÓN INTRÍNSECA V/S MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA

 


Motivación intrínseca y extrínseca: cómo se enciende el motor del cambio

La motivación es ese impulso que nos mueve a actuar. En coaching, entendemos que no basta con tener objetivos: necesitamos conectar con la razón profunda que nos impulsa a alcanzarlos. Y esa razón puede venir de fuera… o de dentro. Aquí es donde entran en juego dos conceptos clave: la motivación extrínseca y la motivación intrínseca.

Ambas son formas legítimas de moverse hacia el cambio, pero tienen efectos diferentes sobre el compromiso, la sostenibilidad y la satisfacción personal. Comprender cómo funcionan puede marcar la diferencia entre un cambio pasajero y una transformación duradera.


🔹 ¿Qué es la motivación extrínseca?

La motivación extrínseca se activa cuando hacemos algo para obtener una recompensa externa o evitar una consecuencia negativa. Es decir, el impulso no viene de nosotros mismos, sino del entorno. Las recompensas pueden ser materiales, sociales o simbólicas: dinero, reconocimiento, elogios, una promoción, evitar el juicio o la crítica.

🧠 A nivel neurológico, esta motivación activa el sistema de recompensa del cerebro, especialmente estructuras como el núcleo accumbens, que responde a la anticipación de beneficios externos.

Ejemplo:

Imagina a Laura, una joven profesional que decide inscribirse en un máster en liderazgo porque su jefe le ha dicho que si lo completa con éxito, tendrá una promoción y un aumento salarial. Ella no siente una gran pasión por el tema, pero está motivada por la posibilidad de mejorar su posición y su sueldo.

Su motivación es completamente extrínseca: está determinada por una recompensa externa concreta. Probablemente se esfuerce y logre su objetivo, pero si la recompensa desaparece, es posible que su compromiso también lo haga.


🔸 ¿Qué es la motivación intrínseca?

La motivación intrínseca, en cambio, surge del interior de la persona. Es ese impulso natural por hacer algo que tiene sentido, que se disfruta, o que conecta con valores personales. No necesita premios externos: el acto en sí ya es gratificante.

Este tipo de motivación está muy relacionada con la curiosidad, el crecimiento personal, el sentido de propósito y la pasión. Y aunque también se activa el sistema de recompensa cerebral, lo hace desde una fuente más sostenible: la satisfacción emocional de estar alineado con uno mismo.

Ejemplo:

Tomemos ahora a Miguel, un terapeuta que decide estudiar un curso de comunicación empática porque quiere mejorar la manera en que acompaña a sus pacientes. No hay ninguna exigencia externa ni promesa de ascenso. Lo hace porque le apasiona el tema y le conecta con su propósito de vida: ayudar a otros a sanar a través de la palabra.

Miguel está guiado por una motivación intrínseca. Incluso si no obtiene un reconocimiento externo, seguirá comprometido porque el aprendizaje en sí le nutre y le da sentido.


🧭 ¿Se puede pasar de una a otra?

¡Sí! Muchas veces, una persona comienza con una motivación externa y, si el proceso es significativo, acaba desarrollando una motivación interna. Esta transición es clave para lograr un cambio auténtico y sostenible.


🌱 De lo externo a lo interno: la historia de Clara

Clara es una directora de marketing en una empresa tecnológica. Su jefe le sugiere que trabaje su comunicación interpersonal, ya que a pesar de sus buenos resultados, ha tenido algunos conflictos con su equipo. Para conservar su posición y mejorar su imagen en la empresa, decide apuntarse a un programa de coaching ejecutivo.

Su motivación inicial es claramente extrínseca: quiere evitar críticas, mejorar su valoración y cumplir con las expectativas de la dirección. No lo hace por deseo propio, sino para evitar consecuencias negativas.

 

En las primeras sesiones, Clara está un poco escéptica. Sin embargo, su coach la acompaña con escucha, preguntas abiertas y ejercicios que la invitan a mirar hacia dentro. Poco a poco, Clara empieza a descubrir que su forma de comunicarse está ligada a antiguos patrones familiares.

En una de las sesiones, se da cuenta de que cuando logra expresarse con calma, se siente más libre y auténtica. Experimenta que la empatía no la debilita, sino que le permite conectar mejor con su equipo… y consigo misma.

Ahí es donde ocurre el cambio: Clara ya no asiste a las sesiones solo para “quedar bien” en el trabajo. Empieza a practicar la comunicación empática porque le gusta cómo se siente cuando lo hace. Comienza a leer sobre el tema, comparte lo que aprende y lo aplica en otros ámbitos de su vida.

Lo que comenzó como una necesidad externa, ahora se ha transformado en un interés genuino. Clara ha pasado de actuar por presión externa a actuar por placer interno, crecimiento y conexión emocional. La motivación intrínseca ha tomado el relevo.


🎯 Claves de esta transformación:

  1. El disparador fue externo, pero la experiencia interna positiva despertó un nuevo sentido de propósito.

  2. El proceso de autoconocimiento permitió a Clara conectar con su historia personal y sus valores.

  3. La práctica intencional y el reconocimiento de sus emociones reforzaron el cambio interno.

  4. El coaching actuó como puente: acompañó la transición desde lo impuesto hacia lo elegido.


💡 En resumen:

  • Motivación extrínseca: viene de fuera (recompensas o castigos). Es útil para comenzar o mantener compromisos a corto plazo.

  • Motivación intrínseca: viene de dentro (placer, propósito, valores). Es más sostenible y está ligada al bienestar emocional.

  • En coaching, el verdadero motor de transformación se enciende cuando la persona conecta con su motivación interna y significativa.

By Amor oliva Ramón.