REPROGRAMA TUS CREENCIAS

Para cambiar los resultados, debes transformar la raíz del síntoma y reprogramar tus creencias

 

Cada creencia está ligada a valores específicos, muchas veces inconscientes. Aunque somos más conscientes de nuestras creencias, es en nuestros valores donde se encuentra el motor de nuestras acciones y decisiones.

 

¿Qué son las creencias?
Las creencias son estructuras mentales que influyen en la forma en que percibimos la realidad y determinan nuestra conducta. Tenemos creencias acerca de nosotros mismos, de los demás, de nuestras capacidades y de lo que consideramos posible o imposible. Estas creencias forman un conjunto de “reglas” que conforman nuestro carácter, nuestra forma de actuar y de interactuar con el mundo. Se construyen a partir de nuestras experiencias y del conocimiento que adquirimos con el tiempo, siendo un sistema de presuposiciones inconscientes sobre las que basamos nuestra conducta, como si fueran verdades absolutas.

 

Tipos de creencias
Las creencias pueden clasificarse principalmente en dos tipos:

1."Creencias potenciadoras": Aumentan la eficacia y nos ayudan a alcanzar nuestras metas.
2. "Creencias limitadoras": Reducen nuestra eficacia y pueden impedirnos avanzar hacia nuestros objetivos. Estas son especialmente relevantes en procesos de coaching, donde se trabajan para generar cambios positivos.

 

Las creencias como principios de acción

Una creencia solo tiene sentido si se vive y aplica; de otro modo, se convierte en un ideal vacío. Las creencias son, en esencia, principios de acción que reflejan nuestros valores y ética. Si una creencia nos conduce a resultados positivos, tendemos a reforzarla y actuar como si fuera cierta. Sin embargo, algunas creencias están arraigadas en nuestro inconsciente y afectan nuestra forma de ver el mundo de manera automática y profunda, condicionando nuestra percepción sin que seamos completamente conscientes.

 

Ejemplos de creencias potenciadoras y limitadoras
Un estudiante que se prepara para un examen puede tener la creencia potenciadora: "Cuanto más estudie, mayores serán mis posibilidades de aprobar".
- Por el contrario, una persona que enfrenta dificultades para encontrar empleo puede tener la creencia limitadora: "No importa cuánto busque, es muy difícil encontrar trabajo".

Estas creencias configuran la programación mental de cada persona y condicionan su actitud ante la vida.

 

Profundidad de las creencias: estructura superficial y profunda
Las creencias actúan tanto en una  "estructura superficial" como en una "estructura profunda". La estructura superficial abarca aspectos físicos y conductuales como la química, el significado y la emoción; mientras que la estructura profunda incluye elementos fisiológicos, de expresión facial, microgestos y patrones lingüísticos. Ambos niveles interactúan y afectan tanto nuestro comportamiento como la manera en que interpretamos el mundo.

 

El rol del sistema límbico en la formación de creencias
El sistema límbico, que incluye el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala, es el núcleo de nuestra vida emocional y juega un papel crucial en la formación de memorias emocionales. Al procesar información sensorial, el sistema límbico evalúa emocionalmente cada percepción antes de que la información sea enviada a la corteza, el “cerebro racional”. Así, nuestras experiencias y memorias quedan registradas en nuestras células a través de la información procesada por los sentidos, formando una base emocional que influye en nuestras creencias y respuestas.

 

Coaching para el cambio de creencias: cambiar creencias es cambiar la realidad
El coaching ayuda a identificar y transformar creencias limitantes en creencias potenciadoras. Esto permite al cliente incrementar la confianza en sus propios recursos y evitar “trampas de euforia” como el pensamiento de “No hay quien me pare”, que puede crear un falso sentido de invulnerabilidad y llevar al fracaso. El trabajo de un coach consiste en diferenciar el síntoma de la raíz del problema, ya que al enfocarse en la raíz se genera un cambio profundo y duradero, mientras que atender solo el síntoma puede llevar a que el problema resurja en otros contextos.

 

Ejemplos de creencias limitantes comunes:

  • “Algunos compañeros del equipo boicotean mis esfuerzos”.
  • “Mi jefe rechaza todas mis ideas innovadoras”.
  •  “No soy bueno con los números”.
  • “La fidelidad a los compañeros es lo más importante”.
  •  “Tengo que probar algo antes de venderlo”.
  • “Cambiar es imposible”.
  • No puedo hablar en público por más de dos minutos”.

 

Conclusión: el éxito y la transformación de creencias
Lograr el éxito implica trabajar desde la raíz, no desde el síntoma, y construir un sistema de creencias que esté alineado con las metas que se desean alcanzar. Cambiar tus creencias es cambiar tu realidad.

 

By Amor Oliva Ramón.